Un primer tiempo donde el visitante demostró porque es uno de los mejores del continente, con pocos toques y al encontrar una defensa de Emelec desordenada, abría el marcador de manera muy temprana en el partido por intermedio de Rony, que de un buen cabezazo no perdonaba a Pedro Ortiz, que poco pudo hacer.
Palmeiras atacaba y en un centro que no tenía historia, se terminó metiendo en el arco de Ortiz y decretaba el 1-3 definitivo, un golpe duro para la hinchada azul, que piden mejores resultados al cuerpo técnico.
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