Ya transcurría el último minuto adicional, pero la hinchada estaba ahí todavía, esperando que desde el cielo llegara la justicia de un Emelec que fue superior todo el partido ante los rojos. El bombillo la tuvo varias veces: Una llegada de Marlon de Jesús a ras de césped que pudo rechazar el arquero, otra pelota pateada por Marlon que pega en la pantorrilla de un defensa, un tiro en el palo de Zeballos... Sin contar las jugadas polémicas, como ese balonazo que tocó Castro con la mano dentro del área, y dos "offside" de Marcos Caicedo, cuando estaba más de 2 metros habilitado en ambas oportunidades.
Otros equipos reciben "ayuditas" como penales, juegan en nivel novato; sin embargo, Emelec, siempre que visita otra cancha del país, juega en nivel "pro". Ésta no fue la excepción, el campo estuvo complicado, jugó para ambos, impidiendo hacer juego a ras de piso; aunque el arbitraje se vio claramente localista en muchos tramos del partido.
Pero, por eso Emelec es Emelec, por eso soy hincha de éste equipo, porque aunque no es el favorito de los medios, de los árbitros, de la FEF, gana adeptos, algo tiene... por eso nosotros sus seguidores lo queremos cada día más.
Y así, de otra variante táctica: Porque Emelec lo intentó con juego colectivo, con tiros de larga distancia, con centros altos, con llegadas por las bandas... faltaba probar la jugada de pizarrón, la táctica fija: Pedro Quiñónez, una vez más tomó la responsabilidad, así como cuando jugamos con Deportes Iquique y mandó ese centro al área; con algo de fortuna (o de justicia), Caravalí hizo de las que sabe hacer en cada partido, y Achilier estuvo atento a aprovechar el error del meta, cabeceó con tal precisión que la pelota se coló junto al poste, adentro... gol, gol que todo el público emelecista festejó con rabia, porque era justo, porque fuimos superiores, porque se tuvo que esperar al final. Gracias a Dios llegó el gol que premiaba al mejor equipo en cancha. El gol que dejaba a Emelec más puntero que nunca, con un partido menos, ya no son 15, son 18, la tercera parte de los puntos necesarios para ganar la etapa, somos invictos, y tenemos un arranque histórico de 6 victorias continuas. Emelec celebra, agradece, sonríe, al menos un rato... sabe que no hay mucho tiempo para eso, porque el miércoles un agrandado Manta visitará el Capwell, y tendrá que hacer respetar su casa.
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